Revista Redes – Apuntes de Barcelona
Arrancó el año gestionando la venta de los activos de pescado blanco que tenía el grupo Cooke en Icicle Seafood y que compró Maruha Nichiro asociada con dos comunidades de Alaska, y cumplió un rol similar con la griega Kefalonia en su venta a la española Profand. También sesoró a Clearwater en su venta, otra de las operaciones que aparecen en el portal de la compañía, y que prueban la experiencia de Antarctica Advisors en M&A, sigla inglesa para mergers and acquisitions (fusiones y adquisiciones). REDES encontró en Barcelona a su director ejecutivo, Ignacio Kleiman, acompañado por German Thoss, también socio y asesor de la consultora, que tiene su base de operaciones en Estados Unidos. Inmejorable oportunidad, entonces, para conocer la vocación del mercado de seafood en materia de compras y adquisiciones, y para corroborar si, como se dice, su atomización supone un promisorio panorama para las M&A.
“Si la referencia es la industria alimenticia en general, es el sector más atomizado, pero por su complejidad es a prueba de audaces”, previene Kleiman, para admitir luego que Antarctic, por estos días, tiene una agenda muy exigida. “Primero por la abstinencia de la pandemia y después por el impacto de la inflación, lo cierto es que crecieron las consultas, sobre todo en el rango de empresas medianas y familiares”, agrega. Y en la vocación por vender o fusionarse juegan múltiples factores, con uno principal que es la crónica disrupción del negocio. “El conflicto de Ucrania es el caso extremo –apunta Thoss-, pero venimos del atasco logístico, de la guerra arancelaria entre China y Estados Unidos, y tenemos un entorno donde recrudece la vigilancia ambiental y la tensión geopolítica por los espacios marítimos. Imposible tener un seafood business sin sobresaltos”, advierte. “Y sin espalda financiera -completa Kleiman-, porque esa disrupción viene siendo muy costosa y terminó con muchas pymes, algunas ejemplares en austeridad y eficiencia”.
Fuente:
REVISTA REDES de Argentina